La detección temprana del cáncer colorrectal es una de las estrategias más efectivas para salvar vidas. Hoy en día, existen varias opciones para identificar lesiones o pólipos antes de que se conviertan en cáncer, y las dos más conocidas son la colonoscopia y las pruebas en casa, como COLOSAFE®. Aunque comparten el mismo objetivo —detectar a tiempo— su alcance, proceso y ventajas son distintos.
Colonoscopia: el estándar diagnóstico completo
La colonoscopia es un procedimiento médico que permite visualizar directamente el interior del colon y el recto. Su principal ventaja es que, en caso de encontrar pólipos o lesiones, el especialista puede retirarlos o tomar biopsias en el mismo acto. Es una herramienta diagnóstica y terapéutica al mismo tiempo. Sin embargo, requiere preparación previa, cita médica, sedación y asistencia de un equipo especializado.
COLOSAFE®: una alternativa práctica y complementaria
COLOSAFE® es una prueba de ADN en heces que detecta marcadores asociados a lesiones precancerosas y cáncer colorrectal en fases tempranas. Se realiza desde casa, sin necesidad de preparación especial, ayuno o interrupción de actividades. Es ideal como herramienta de cribado preventivo para personas a partir de los 45 años o con factores de riesgo, y su resultado orienta al médico sobre la necesidad de realizar una colonoscopia.
¿Competencia o complemento?
Lejos de reemplazar la colonoscopia, COLOSAFE® funciona como un filtro previo que permite identificar a quienes realmente necesitan un estudio endoscópico, optimizando recursos médicos y evitando procedimientos innecesarios. De esta manera, se incrementan las posibilidades de detectar a tiempo y se mejora la adherencia de la población a los programas de prevención.
Ventajas de combinar ambos métodos
- Mayor cobertura: más personas dispuestas a realizarse una prueba inicial desde casa.
- Eficiencia en derivaciones: solo quienes obtengan resultados positivos o dudosos pasarán a colonoscopia.
- Prevención proactiva: incrementa la detección temprana en población asintomática.
En resumen: la colonoscopia sigue siendo el método diagnóstico más completo, pero pruebas como COLOSAFE® amplían el acceso y fomentan la cultura preventiva. Juntos, forman un binomio potente contra el cáncer colorrectal.